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Mis Recuerdos en Merco

Si algo nos encanta del mes de Abril es la celebración de su último día: El día del niño.

Esta celebración no solo debería ponernos contentos por todos los niños de nuestras casa y la niñez en general, también es un excelente motivo para recordarnos al niño que llevamos dentro y que deberíamos dejar salir más a menudo.

Por ello en Merco tendremos súper ofertas en el supermercado cerca de ti para que consientas a los más pequeños. Desde ofertas en pañales hasta ofertas en frutas y verduras podrás encontrar preciazos que encantan.

La vida se disfruta más si la sentimos como niños, así que agarra tus folletos de supermercado y haz tu super en línea; lo importante es divertirse este día.

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Le preguntamos a varios de nuestros socios Merco sobre el recuerdo más bonito de su infancia y nos sorprendió lo sencillo que era ser feliz en estos tiempos. Te contamos algunos:

Marcos.

Hola amigos de Merco, mi recuerdo más feliz fue cuando tenía 7 u 8 años, recuerdo que mis papás nos llevaron con mis tíos y mis primos a un río cerca de la carretera a Santiago, aquí en Nuevo León. Caminamos lo que yo sentí fueron muchas muchas horas, más grande me enteré que apenas y fueron 40 minutos pero cuando eres niño todo se te hace eterno. 

Recuerdo que sentía como si estuviera en medio de una expedición del tesoro, yo y mis primos jugamos todo el rato, recuerdo que mi tía y mi mamá prepararon unos sandwiches muy deliciosos, creo que solo tenían jamón pero sabían riquísimos.

Si un día me siento triste por ejemplo el día de la madre porque mi mamita ya falleció, solo recuerdo ese día, lo mucho que amaba estar ahí, con ella, con toda mi familia y se me salen las lágrimas, sin duda fue un día muy especial.

Casandra.

Wow, creo que nunca había pensado en cuál sería mi momento más bonito de niña, pero ahorita el primero que viene a mi mente fue un día en las albercas; la verdad no recuerdo ni qué albercas eran pero sí recuerdo que estaban entre el pueblito de San Pedro y Torreón. Allí fuimos en familia y yo invité a mi mejor amiguita de la primaria. Estuvo súper padre todo, pero lo que me hace ese recuerdo muy feliz es que ese día mi papá me enseñó a nadar y aprendí. Me sentí la niña más poderosa del mundo, recuerdo que mi papá se puso muy orgulloso y dijo que nunca había conocido a una niña que aprendiera a nadar en un solo día. Ese día sentí que lo podía todo, algo que aún hoy debo recordarme a mí misma.

Ramiro.

Un recuerdo súper especial para mí fue el rescate de un gatito en la casa de los vecinos. Era un domingo de noche y estábamos en casa de mis abuelos mis primos y yo, uno de ellos escuchó el llanto de un gatito y nos alertó a todos, comenzamos a inventar historias, de que el gatito estaba atrapado o secuestrado. Yo al ser el mayor les dije que lo rescataríamos, todos aceptaron y saltamos a la casa del vecino. Apenas entramos empezaron los nervios pero uno de mis primos dijo “NO, somos los Ortega, a nosotros nada nos da miedo” y comenzamos a cantar entre todos: “Somos los Ortega, somos los Ortega” nos armamos de valor, encontramos al gatito y nos lo llevamos. Me sentí el más valiente y respaldado por mi familia.

¡Qué bello! y así como nuestros colaboradores nosotros también tenemos muchas historia que contar e imaginamos que tú también, déjanos la tuya en el apartado de comentarios más abajo y compartamos entre todos la felicidad de ser niño.

TIPS ÚTILES

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Y bien, si ya estás muy lejos de tu etapa infantil pero ahora tienes en tu casa a un pequeñín, sabemos que todo el amor y felicidad también trae algunos momentos que podrían ser muy estresantes como los berrinches… y más cuando te los hacen en público… en el súper!!!

Por ello en Merco te damos unos tips recomendados por expertos para controlar estas emociones:

1. Prepara tus salidas.

Nuestro hijo siempre debe saber a dónde iremos antes de salir de casa. Si lo llevaremos a Merco con nosotros debemos repasar con él nuestro itinerario y aclararle desde el inicio si podremos o no comprar dulces o juguetes, que regularmente piden. Puede que el plan no le guste demasiado pero ya le hemos dejado claro lo que se hará y no será una sorpresa o una decepción para él. 

2. Llévalo con buen ánimo.

Deber asegurarte de que tu hijo haya comido lo suficiente y se encuentre descansado. Si tiene hambre o está excesivamente cansado nos hará detenernos para comer algo o estará todo el tiempo incómodo quejándose porque no puede caminar o querrá que lo cargues. Imagina como nos ponemos los adultos cuando no hemos comido o tenemos sueño, nos pone muy irritados… pues eso mismo pasa con los peques. 

3. Deja que se desahogue.

En caso de que nuestro hijo reaccione de manera irritable debemos acompañarlo en el transcurso de sus emociones; una técnica que suele suncionar es dejar que se vaya desahogando. Si tú mantienes la calma y no alimentas su estrés con regaños, pellizcoa o gritos, él se empezará a tranquilizar, así que respira profundo y si es posible ¡Abrazalo! dile que lo acompañas y que estás con él, y una vez tranquilo podremos establecer un diálogo con para escuchar sus razones y nuestros argumentos del por qué no es válido o viable cumplir su deseo.

4. Negociación

En caso de que tu hijo desee algo y actúe de manera irritable o no puedas ceder a la petición de tu hijo en ese momento, debes mantener tu palabra y darle opciones. El niño deberá entender que su petición procederá en otro momento y que ahora debe elegir entre otras dos opciones distintas. Debes explicar detenidamente y con amor las razones en positivo por ejemplo; “por el momento debemos irnos, tal vez en otra ocasión puedas llevar a casa el juguete” “¿Prefieres llevar a casa el cereal o las galletas?” “¿Te parece si mejor compramos un helado después de salir del súper o antes de llegar a casa?” Si dejamos que nuestro corazón de pollo o nuestra desesperación cedan al deseo del niño, él aprenderá que con berrinches puede obtener lo que quiera… ese aprendizaje será muy doloroso para toda la familia y para él o ella. 

5. Ante todo paciencia y comunicación.

Por último, el mejor consejo para controlar cualquier situación con niños en el súper es armarnos de paciencia además de explicarles siempre todo lo que harán antes, durante y después, nuestros hijos son sumamente perceptivos e inteligentes. Si vemos que no supera la situación podemos dejarle con algún familiar, alejarnos un rato y regresar más calmados. Ante todo hay que evitar entrar en una espiral de gritos o violencia con nuestro hijo. También debemos pedirle a los adultos que convivan frecuentemente con él (tíos, abuelitos, maestros) que por favor apliquen la misma técnica que tú aplicas.